Un día imaginé que volaba y mi sueño se hizo realidad…
En un evento organizado por Costa Brava – Pirineos para
prensa y bloggers de Zaragoza fuimos los flamantes ganadores de un vuelo en el Tunel del
Viento en Empuriabrava y una estancia de dos noches en un apartamento de la
zona.
Así que ni cortos ni perezosos, hicimos las maletas y
pusimos rumbo a la maravillosa Costa Brava, dispuestos a descubrir esa
deslumbrante costa al norte de Gerona, con calas de ensueño, pueblos con
encanto y naturaleza desbordante.
Si echo la mirada atrás, me viene a la cabeza el color azul... Azul del mar Mediterraneo, azul del cielo intenso, fuerte, azul de los detalles de las blancas casas de los deliciosos pueblos costeros.
Si echo la mirada atrás, me viene a la cabeza el color azul... Azul del mar Mediterraneo, azul del cielo intenso, fuerte, azul de los detalles de las blancas casas de los deliciosos pueblos costeros.
Día 1
Primera parada de nuestro viaje: Pals, un pequeño pueblo con un casco medieval magníficamente conservado, con rincones mágicos y sobrados de encanto.
Tras hacernos con un plano en la Oficina de Turismo ubicada en la Plaza Mayor, deambulamos por sus callejuelas góticas, después de haber pagado el
parking a pesar de ser festivo, y nos quedamos deslumbrados. Había muchísimos
visitantes, pues era el fin de semana con más turismo del año y aun así el
pequeño pueblo no perdía nada de su hechizo.
Los miradores y torres medievales, el Castillo y la muralla hacen las delicias del viajero y le trasladan al pasado medieval del municipio.
Los miradores y torres medievales, el Castillo y la muralla hacen las delicias del viajero y le trasladan al pasado medieval del municipio.
Comimos una paella, con arroz de Pals para más detalle, y
nos fuimos a dar un corto paseo por L’Escala tomando un delicioso helado para
refrescarnos. Puro ambiente playero.
Al salir vimos las indicaciones para llegar a las ruinas de Ampurias y nos decidimos a visitarlas. Yo había estado hace un montón de años y me apetecía volver. (Entrada 4,5€)
Ampurias es el único yacimiento arqueológico de la Península Ibérica donde conviven los restos de una ciudad griega con los restos de una ciudad romana.
Una gran metrópoli con un emplazamiento privilegiado al lado del mar. Un paseo muy agradable que se completa con un interesante museo que guarda piezas arqueológicas como mosaicos, artículos de la vida cotidiana y una sala dedicada al Esculapio de Ampurias.
Aun teníamos mucho por hacer, así que nos fuimos a Empuriabrava a registrarnos en los apartamentos Xon’s Platja, muy cerca de la playa.
Es un gran edificio de apartamentos, con recepción, comedor,
piscina y que organiza muchas actividades para los alojados allí. Nos asignaron
un apartamento con salón-cocina, una habitación y baño, con capacidad para cuatro
personas. Teníamos el alojamiento y desayuno incluído en el premio pero tuvimos que abonar
la tasa turística que vienen a ser unos 0.50€ por persona y día.
El apartamento está bastante bien, tal vez un poco
anticuados, la wifi fallaba bastante y la tele no se veía muy bien, pero como
sólo íbamos a estar un fin de semana no pusimos mayores pegas al asunto.
Nos aseamos y nos arreglamos pues teníamos una cita.
Teníamos que ir a Figueras porque allí habíamos quedado con
Anna, de Diario de viaje de Kiana, para visitar juntos el Museo Teatro de Dalí.
Antes cenamos un original bocadillo en una cadena de
restaurantes que estaban realmente ricos.
Se hizo la hora. Llevábamos reserva para la visita nocturna
que tiene un atractivo especial (Visita nocturna 13€). Resulta fascinante visitar sus salas por la
noche y sorprenderse descubriendo artilugios, efectos visuales o demás
esperpénticas ideas del genial artista. A cada paso, crecía el desconcierto.
El edificio en si es un objeto surrealista, el más grande del mundo y es sobre las ruinas del antiguo Teatro Municipal destruido durante la Guerra Civil, donde Dalí decide construir su museo (Fuente Teatro-Museo Dalí)
El edificio en si es un objeto surrealista, el más grande del mundo y es sobre las ruinas del antiguo Teatro Municipal destruido durante la Guerra Civil, donde Dalí decide construir su museo (Fuente Teatro-Museo Dalí)
Al final, nos agasajaron con una copa de cava rosado y
terminamos el día bastante agotados.
Nos despedimos de nuestra amiga, habíamos pasado una velada
realmente genial conversando con ella y prometimos volver a encontrarnos
pronto.
Esa noche dormimos como lirones.
Día 2
Amanecía en Costa Brava y bajamos a desayunar al buffet del hotel. Un desayuno bastante completo que nos puso las pilas pues el día iba a ser largo también.
La primera parada de la jornada sería el Cabo de Creus,
donde la Tramontana soplaba para que no nos olvidáramos del Cierzo que azota
Zaragoza.
Aparcamos el coche y nos decidimos por una ruta circular, de
algo más de una hora, que nos llevó a pasar por acantilados, vislumbrar calas
desde lo alto, contemplar el mar azul intenso y quedarnos absolutamente
maravillados con la cueva del Infierno.
Esta ruta se conoce como La Punta del Cabo de Creus, es algo escarpada y nos llevó algo menos de una hora y media completarla, porque en alguna ocasión perdimos el sendero.
Volvimos a lo más alto y nos relajamos con unas cervezas contemplando el mar, en el faro de Creus, el punto más oriental de la Península. Al refugio del viento, aunque caro, este lugar ofrece un punto de descanso y contemplación de la naturaleza.
Descendimos hasta otro circuito que queríamos hacer
caminando, pero vimos que sólo el parking costaba 5€, decidimos dejarlo para
otra ocasión y seguimos camino hasta Porlligart, una de las calas más populartes de Cadaqués. Pasamos de largo y aparcamos
entre Cadaqués y Portlligart en un parking gratuito y descendimos caminando hasta la pequeña cala en unos 10 minutos, donde
se encuentra la casa-museo de Dalí, quien residió allí durante mucho tiempo.
La reserva previa es obligatoria.
Este tranquilo emplazamiento tiene su origen en un grupo de barracas de pescadores y todavía hoy es la base de muchos de los pescadores de Cadaqués que amarran en su orilla. También se ofrecen paseos en barca emulando los muchos que Gala, daba por la costa.
La reserva previa es obligatoria.
Este tranquilo emplazamiento tiene su origen en un grupo de barracas de pescadores y todavía hoy es la base de muchos de los pescadores de Cadaqués que amarran en su orilla. También se ofrecen paseos en barca emulando los muchos que Gala, daba por la costa.
Volvimos hacia Cadaqués donde pasaríamos toda la tarde.
Nos dirigimos a la Oficina de Turismo para hacernos con algo de información, pero no me dieron nada porque dijeron que se les habían terminado los folletos y me querían cobrar por el plano de la ciudad, así que nos fuimos con las manos vacías y como único dato su página web, donde me explicaron que podría consultar. Para ser un pueblo cuya economía se basa sobre todo en el turismo, la información y atención fue muy limitada.
Si cerramos los ojos y pensamos en una villa marinera mediterránea la imagen que viene a la mente es Cadaqués, aun sin haberla visto nunca en nuestro subconsciente imaginaremos un bello pueblo con casitas blancas y estrechas calles empedradas decoradas con flores, el azul del mar, el verde de los pinos. Así es Cadaqués.
Paseando sosegadamente por sus callejuelas nos deleitamos con su arquitectura mediterranea y nos dimos cuenta de que ha conservado todo su encanto.
Cadaqués ha quedado anclado en el pasado y ha sabido conservar su belleza mediterránea.
Llegamos hasta la Iglesia de Santa María de Cadaqués que en su interior guarda un magnífico retablo barroco de 23 metros. La iglesia tenía el acceso cerrado y a través de una verja podías ver la maravillosa joya previo pago para su iluminación.
La tarde la pasaríamos caminando por el pueblo, por el paseo y sentados en las terrazas a la orilla del mar.
Llegaba la hora de cenar y decidimos encargar una fideua de marisco en Ses paelles de Cadaqués (Miquel Rosset 23)
Es un pequeño lugar donde preparan paellas y fideua exquisitos y de calidad, aunque no espereis encontrar mesa, ya que lo cocinan para llevar. Además nos llevamos una trilogía de croquetas que nos quitaron el sentido.
Como teníamos que volver hasta Empuriabrava nos lo entregaron muy bien empaquetado y listo para llevar a nuestro apartamento. Es un lugar muy recomendable.
Acompañado de un vino blanco de la zona, la cena fue deliciosa.
Nos preparábamos así para un nuevo día que se avecinaba.
Día 3
Para el último día teníamos la reserva para la experiencia única de volar en el Tunel del Viento.
Se trata de un simulador de caída libre donde, sin riesgo, puedes sentir la sensación de tirarte de un avión.
Es un cilindro transparente de 16 metros de altura. Así que, un rato antes de nuestro "salto al vacío" estuvimos contemplando a otros saltadores, estos algo más expertos, realizar sus piruetas y sus increibles movimientos. Además, si alguien te acompaña puede hacerte fotos y disfrutar de tu experiencia desde fuera.
Nos llegó el turno y nuestro instructor, el genial Sergio, nos explicó en los vestuarios las normas y consejos de vuelo, a esto último no debí de prestar yo mucha atención pues hice todo al revés.
Nos facilitaron cascos, gafas, tapones para los oidos y un mono y nos lanzamos a volar.
El grupo se compone de unas 15 personas. Se realizan dos saltos de un minuto de duración y entre salto y salto ves al resto de compañeros y el instructor te da indicaciones para mejorar el segundo salto.
Mi primer salto fue un absoluto fracaso, no hice nada bien y no podía mantenerme en posición horizontal. Bone por el contrario hizo un vuelo impecable y parecía que había volado toda su vida.
Sergio, entre risas me explicó mis errores y me preparó para el segundo y último salto.
Cuando llegó mi oportunidad, me concentré y conseguí hacerlo algo mejor. Con la ayuda de uno de los instructores, Bone hizo dos tirabuzones y subió los 16 metros del tubo viviendo una experiencia única y por su cara emocionante.
La actividad es muy recomendable, produce sensaciones alucinantes y me encantaría volver a hacerlo, espero que con un poco más de destreza y habilidad.
Así no.... |
Así sí.... |
Ya solo nos quedaba coger la carretera y tomar el largo camino a casa.
Costa Brava es una zona preciosa, con muchísimo que ofrecer al viajero, paisajes abruptos, calas prodigiosas, pueblos encantadores, historia milenaria y gastronomía deliciosa.
Volveremos y seguiremos descubriendo la zona, pues nos dimos cuenta de que hay mucho por hacer.
Jajaja qu ebueno!! xD yo seguro que haría el "Así no!" xDDDD
ResponderEliminarTengo pendientes muchos de esos pueblos...y mira que lejos, lo que es lejos, tampoco me quedan ;)
un abrazo!
Desde luego yo no estaba presente cuando reparatieron la psicomotricidad, soy un desastre en todo. Quien sigue nuestros relatos ya sabe que a mi siempre me pasa algo raro :-(
Eliminares lo que hay y yo no me rindo jejeje
besos
Me alegro que disfrutarais de la escapada. Estoy preparando una ruta para hacer en el Cap de Creus para final de mes y de paso a ver si me paso por Cadaqués que hace ya tiempo que no lo visito y viendo vuestras fotos me han entrado muchas ganas de volver a ir. Por cierto, que chulo lo del túnel del viento y por suerte siempre había una segunda oportunidad jejeje, ya tenéis una experiencia más para contar a los nietos... ;-) Un abrazo y a ver si podemos volver a encontrarnos pronto, esta vez toca en vuestra tierra!! :)
ResponderEliminarLa zona ya te dije que no estaba gustando muchísimo, ya me contarás que tal por Cabo de Creus, es increible.
EliminarVeremos a ver si alguna vez vuelvo al tunel y vivo la experiencia completa.
Un abrazo y te esperamos aquí para la copa de cava
Hola Libreta.
ResponderEliminarJamás he pisado la Costa Brava y eso que ya sabes que soy de playas, que me encanta. Bueno, la verdad es que jamás he pisado Cataluña, así que a ver si voy animándome poco a poco.
Bonitas fotos.
Un abrazo.
Claro Antonio, te queda un poquito lejos, pero seguro que le pones remedio y haces una paradita en Aragón para visitarnos.
EliminarUn abrazo,
Madre, mira que yo soy catalana y he ido a algún sitio puntual de la Costa Brava, pero nada comparado con lo que tú has visto! Voy a tener que empezar a conocer mejor mi propia tierra! :) Un saludo!
ResponderEliminarA mi es de las zonas que más me gustan de mi comunidad vecina y espero seguir descubriéndola porque un fin de semana se nos hizo corto.
EliminarSaludos,
Nosotros estuvimos hace un par de semanas en Calella de Palafrugell y este fin de semana estaremos en Begur. ¡¡¡Cualquier oportunidad es buena para ir a un destino tan precioso!!! ¿Cuál será vuestro siguiente fin de semana?
ResponderEliminarTodavía con resaca de las fiestas del Pilar... estamos planificando una escapada a una hospedería de Aragón.
EliminarSaludos,
Disfrute mucho de Cadaques y la Costa Brava. Todavia tengo que procesar todas esas imagenes. Que bonitos son esos Llauts Catalanes. Quisiera tener un barquito asi como estos.
ResponderEliminarEduardo, tu que eres muy de mar, estamos seguros de que disfrutaste de la zona muchísimo. Te veo pronto por allí de nuevo.
EliminarUn abrazo,
Nos ha encantado tu relato, las fotos y tus valoraciones. Genial. ¿Que tal esa trilogía de croquetas? cuéntanos un poco más!!!! :)
ResponderEliminarTres croquetas exquistas, de sepia, bacalao, calamares... productos frescos y con sabor casero de verdad.
EliminarNos alegramos mucho de que os hayan gustado las fotos y volveremos para hacer el Camí de Ronda
Gracias por pasar por aquí
No sé que ha pasado con mi comentario :-S
ResponderEliminarTe decía que nuestra visita a Girona fue más o menos como la vuestra, sólo que no sabíamos lo del túnel, porque nos habríamos apuntado. Eso sí, con lo patosa que yo soy, haría el "si no" pero a lo bestia XD
Bueno, yo a todas las del "así no" ya os he abierto camino y os he dejado al instructor preparado para vuelos del revés ;-)
Eliminar¿Patentaremos un nuevo estilo de vuelo acrobático? jajaja
La Costa Brava está dentro de mi lista de pendientes, aunque si no me lo regalan lo del túnel del viento no lo haré jejeje. Y si lo hago seguro que yo también lo hacía todo al revés jajaja. Es que en Fitur me acuerdo de informarme y me pareció muy caro :/
ResponderEliminarEn cuanto al resto de lugares, qué bonitos, y encima tuviste la suerte de estar un ratito con Anna, encantadora!
Un abrazo viajera :)
El túnel del viento sí que es un poquito caro, la verdad, pero también es una experiencia única y un modo de sentir la sensación de volar que de otra forma no podríamos hacerlo. Yo tuve suerte de que me tocó el premio ;-)
EliminarAnna es un encanto, pasamos una noche muy agradable con ella.
Besos!