Esta zona mantiene las tradiciones, la vida de antaño y
solo circulando por sus caminos y carreteras nos damos cuenta de que hemos
viajado en el tiempo
Las pinturas murales de estos edificios son la maravilla que
todo viajero que se acerca a Bucovina anhela contemplar. En todos ellos, los
temas bíblicos se tratan de forma similar y recurrente pero cada monasterio es
único. Así, se pueden identificar por el uso de un color predominante en cada
uno de ellos, aunque su fin sea siempre común: transmitir y guardar una
tradición cultural y religiosa amenazada
por las invasiones otomanas.
Voronet, el monasterio azul
Solo el paisaje que rodea el monasterio, ubicado junto al
río, es una maravilla en sí misma. Pero la primera imagen del monasterio nos
deja asombrados. Todo el exterior se encuentra pintado y decorado con vivos
colores, aunque aquí, el que predomina sobre el resto, es el azul.
El monasterio está dedicado a San Jorge y su fresco más
famoso es El Juicio Final que cubre la pared occidental del exonártex. En todos
los monasterios encontraremos muchas características compartidas y en todos
veremos a los justos por un lado y a los pecadores por otro, curiosamente
siempre representados estos últimos con turbante.
Aglomeración de justos |
Humor, el rojo predominante
Con su iglesia dedicada a la Asunción de la Virgen, da la
sensación de ser más pequeño por la ausencia de torre, debido a que fue mandada
construir por un noble en lugar de por un príncipe. Su pórtico, un espacio
abierto entre el interior y el exterior, es una de las características que
definen el edificio por ser el primero de este tipo en construirse en la zona.
Sucevita, el verde
Patrimonio de la Humanidad desde 2010, la iglesia está
dedicada a la Resurrección. El recinto está rodeado por una muralla y varias
torres, todas ellas diferentes entre sí.
Los frescos están prodigiosamente conservados y encontramos
un mayor número de escenas y de personajes que en otras iglesias.
De todas ellas destaca la Escalera al Paraíso, con 32 peldaños hasta el cielo, donde vemos a los justos subiendo y los pecadores cayendo al infierno.
Encontramos el muro occidental sin pintar y se cuenta que se dejó inacabado porque uno de los artistas cayó del andamio y murió, disuadiendo al resto de continuar el trabajo.
De todas ellas destaca la Escalera al Paraíso, con 32 peldaños hasta el cielo, donde vemos a los justos subiendo y los pecadores cayendo al infierno.
Encontramos el muro occidental sin pintar y se cuenta que se dejó inacabado porque uno de los artistas cayó del andamio y murió, disuadiendo al resto de continuar el trabajo.
Moldovita y su iglesia amarilla
Volvemos a quedarnos embelesados con la imagen del exterior
de su iglesia, nunca habíamos visto nada igual. En su pared sur, magníficamente
conservada, está representado el Himno de Akathistos, con 24 estrofas,
dedicadas las 12 primeras al nacimiento de Cristo. El interior de la Iglesia de
la Anunciación, es oscuro y apenas podemos distinguir la Crucifixión, ubicada
en la naos y que está considerada como una de las mejores representaciones de este tema.
MARAMURES
La vida tradicional de Maramures nos atrapó inmediatamente. Se dice que aquí pervive la última cultura campesina de Europa y cada día podíamos ver a la gente, vestida al modo tradicional, trabajar con herramientas rudimentarias, las que utilizaban nuestros antepasados.
Su belleza natural nos llevó por los valles de los ríos Iza, Viseu y Mara rodeados de frondosos bosques de pinos, robles y hayas.
Su magia: recorrer en coche pequeños pueblos para visitar sus iglesias de madera, 8 de ellas declaradas patrimonio de la UNESCO, tomar el tren a vapor de Mocanita, cuyo traqueteo rompía el silencio de los bosques o sonreir en el Cementerio Alegre de Sapanta.
Fueron el broche final perfecto para nuestro viaje por Rumanía.
Los interiores de estas iglesias son oscuros, debido a la casi total ausencia de ventanas, pero acogedores y profusamente decorados con imágenes y representaciones religiosas algo naif.
Normalmente, las iglesias están rodeadas por el cementerio de la población y se visitan prácticamente en soledad.
De ahí, que no haya nadie en la puerta, que permanece cerrada y para poder visitarlas hay que llamar al número de teléfono que suele estar colgado en un cartel o acudir a la dirección de la persona responsable, que también está indicada o en algunos casos dibujada.
Nosotros elegimos para nuestro recorrido las iglesias que vamos a comentar a continuación, aunque no en todas pudimos entrar, verlas por fuera es suficiente para dejarte impresionado por su belleza sosegada y por el silencio que las rodea.
El primer día fuimos a la Biserica Ieud Deal (Patrimonio de la Humanidad) de gran tamaño para acoger a un nutrido grupo de fieles, pero no pudimos entrar.
Después, a la Biserica Cuvioasa Paraschiva en Poienile Izei (también declarada Patrimonio de la Humanidad) a la que tampoco pudimos acceder.
En Rozavlea pudimos asomarnos al interior por las pequeñas ventanas de la Iglesia dedicada a los Santos Arcángeles y ver parte de sus frescos y de la iconostasis.
Al día siguiente, tuvimos más suerte, aunque al principio no pintaba muy bien.
En Desesti, se levanta la iglesia de la Pía Paraschiva en lo alto del pueblo. Un señor nos dio las indicaciones (en italiano) para que fueramos a hablar con el párroco, pero no lo encontramos y nos fuimos de nuevo con la imagen del fabuloso exterior de la iglesia pero sin contemplar los frescos de su interior.
Cuando llegamos a Budesti, cuya iglesia de San Nicolás, incluída en la lista de Patrimonio de la Humanidad, está en la parte baja del pueblo, vimos a un grupo de personas esperando en la puerta y nos indicaron que habían llamado a la responsable de las llaves y que estaba en camino. Esperamos unos minutos y tras pagar 3 lei, por fin accedimos al oscuro interior de una de estas magníficas iglesias de madera y pudimos comprobar como los frescos ocupan la totalidad del espacio, aunque en esta, el techo no está pintado.
La última iglesia que teníamos en nuestro recorrido era la de Surdesti, dedicada a los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, con un campanario tan alto que se dice que es la estructura antigua de madera más alta del mundo, también está considerada Patrimonio de la Humanidad.
En esta ocasión, vimos un dibujo de una casa donde podríamos encontrar la llave y nos pusimos en camino.
No obstante la responsable de su custodia nos había visto llegar y bajaba por el camino para abrirnos. En este caso, se paga la voluntad.
Una de las actividades más especiales que podemos disfrutar por la zona es la de embarcarnos en el tren maderero a vapor, que cuenta con más de 70 años de antigüedad y que ha habilitado varios vagones para el transporte de turistas en una excursión que dura unas 6 horas.
Construido después de la I Guerra Mundial para el transporte de madera por el Valle del Vaser, se dice que podría ser el último tren maderero a vapor que queda en Europa.
El tren nos lleva lentamente entre bosques de pinos y robles, acompañados siempre por el río, echando grandes bocanadas de humo, rompiendo el silencio del bosque con su traqueteo y su silbato.
Saltamos en el tiempo y vimos a leñadores y campesinos trabajando con sus animales. El principio del recorrido está salpicado por granjas que nos hacen creer que nos hemos trasladado a la época de mayor esplendor del tren, viendo carros tirados por caballos, gente vestida al modo tradicional y lugareños con herramientas manuales.
Después nos adentramos en un espeso bosque y nos metimos entre las montañas.
El tren parte de la estación a las 9 de la mañana y regresa alrededor de las 14:30.
Hay mucha afluencia de pasajeros, por lo que conviene llegar pronto para conseguir un billete. Nosotros teníamos reserva, pues nuestra pensiunea había llamado por nosotros para pedir dos pasajes especiales con los que llevábamos un vagón reservado (no el asiento) y además podríamos tomar bebida caliente, aperitivo y comida a la brasa durante el trayecto.
Comenzamos emocionados el viaje, como niños embarcados en una aventura, observando el maravilloso paisaje que nos rodeaba.
En la primera parada pudimos tomar el aperitivo y salir a estirar las piernas. En el vagón, repleto de turistas rumanos, había un agradable ambiente y todos charlaban animados, incluso un matrimonio que hablaba español, compartió con nosotros anécdotas y consejos.
Una chimenea de leña, nos calentaba a todos, pues el vagón todavía estaba frío a esas horas de la mañana, aunque pronto caldeó la estancia.
En ese ambiente de camaradería, llegamos a un claro del bosque, que sería el final del trayecto y la música y la animación hicieron su aparición. El sol nos acompañó y tomamos nuestra comida acompañados de nuestros amigos rumanos, bebiendo y charlando.
Cuando tocaba regresar, volvimos a ocupar nuestros asientos y nos introdujimos de nuevo en el bosque retomando el camino de vuelta. Una parada para estirar las piernas y contemplar la belleza del paisaje y puntuales regresamos a la estación.
El viaje en este precioso tren de vapor, es una bonita y agradable aventura, apta para todos, para nostálgicos ansiosos por revivir el pasado, amantes de la naturaleza, familias... hasta para los perros, a los que también se permite subir a bordo y que disfrutarán de una mañana diferente en los bosques rumanos.
Información y tarifas en la web de CFF Viseu de Sus.
Un paradójico lugar que nació en los años 30 de la mano del artista local Stan Ioan Patras, continuado por sus discípulos, y que no hay que dejar de visitar.
Conservando la actitud menos dramática de los dacios ante la muerte, que no la consideraban un trágico final, los habitantes de este lugar graban en sus lápidas circunstancias importantes de su vida, su personalidad o incluso de su muerte en forma de dibujo y de un satírico poema.
Las coloridas lápidas muestran grabados en bajorrelieve que producen ternura por su simpatía y en ocasiones nos hicieron esbozar una tímida sonrisa, por decoro hacia el lugar donde estábamos, porque algunas eran realmente graciosas e ingeniosas a pesar del suceso dramático que estaban mostrando.
Los colores también son importantes, representando el verde la vida, el amarillo la fertilidad, el rojo la pasión y el negro la muerte.
Su belleza natural nos llevó por los valles de los ríos Iza, Viseu y Mara rodeados de frondosos bosques de pinos, robles y hayas.
Su magia: recorrer en coche pequeños pueblos para visitar sus iglesias de madera, 8 de ellas declaradas patrimonio de la UNESCO, tomar el tren a vapor de Mocanita, cuyo traqueteo rompía el silencio de los bosques o sonreir en el Cementerio Alegre de Sapanta.
Fueron el broche final perfecto para nuestro viaje por Rumanía.
Iglesias de Madera
A finales del s. XIII, los rumanos ortodoxos tenían prohibido construir iglesias en piedra. Para superar esta visicitud, los habitantes de Maramures, desarrollaron tal nivel de maestría en la construcción en madera, que aun hoy, nos asombramos con las elevadas y afiladas agujas de los campanarios de sus iglesias de madera y las elaboradas puertas de roble o pino de los recintos religiosos o casas, que en este caso, son símbolo de estatus y riqueza aunque en su origen servían para guardar del mal a los habitantes del hogar.Puerta de madera de acceso a la Iglesia de San Nicolás de Burdesti |
Los interiores de estas iglesias son oscuros, debido a la casi total ausencia de ventanas, pero acogedores y profusamente decorados con imágenes y representaciones religiosas algo naif.
Normalmente, las iglesias están rodeadas por el cementerio de la población y se visitan prácticamente en soledad.
Exterior de la Biserica Ieud Deal |
Nosotros elegimos para nuestro recorrido las iglesias que vamos a comentar a continuación, aunque no en todas pudimos entrar, verlas por fuera es suficiente para dejarte impresionado por su belleza sosegada y por el silencio que las rodea.
El primer día fuimos a la Biserica Ieud Deal (Patrimonio de la Humanidad) de gran tamaño para acoger a un nutrido grupo de fieles, pero no pudimos entrar.
Después, a la Biserica Cuvioasa Paraschiva en Poienile Izei (también declarada Patrimonio de la Humanidad) a la que tampoco pudimos acceder.
Exterior de la Biserica Cuvioasa Paraschiva |
En Rozavlea pudimos asomarnos al interior por las pequeñas ventanas de la Iglesia dedicada a los Santos Arcángeles y ver parte de sus frescos y de la iconostasis.
Al día siguiente, tuvimos más suerte, aunque al principio no pintaba muy bien.
En Desesti, se levanta la iglesia de la Pía Paraschiva en lo alto del pueblo. Un señor nos dio las indicaciones (en italiano) para que fueramos a hablar con el párroco, pero no lo encontramos y nos fuimos de nuevo con la imagen del fabuloso exterior de la iglesia pero sin contemplar los frescos de su interior.
Cuando llegamos a Budesti, cuya iglesia de San Nicolás, incluída en la lista de Patrimonio de la Humanidad, está en la parte baja del pueblo, vimos a un grupo de personas esperando en la puerta y nos indicaron que habían llamado a la responsable de las llaves y que estaba en camino. Esperamos unos minutos y tras pagar 3 lei, por fin accedimos al oscuro interior de una de estas magníficas iglesias de madera y pudimos comprobar como los frescos ocupan la totalidad del espacio, aunque en esta, el techo no está pintado.
Iconostasis de San Nicolás |
La última iglesia que teníamos en nuestro recorrido era la de Surdesti, dedicada a los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, con un campanario tan alto que se dice que es la estructura antigua de madera más alta del mundo, también está considerada Patrimonio de la Humanidad.
Campanario de la Iglesia de Surdesti |
En esta ocasión, vimos un dibujo de una casa donde podríamos encontrar la llave y nos pusimos en camino.
No obstante la responsable de su custodia nos había visto llegar y bajaba por el camino para abrirnos. En este caso, se paga la voluntad.
Tren forestal de Vapor de los Cárpatos - Mocăniţa
Una de las actividades más especiales que podemos disfrutar por la zona es la de embarcarnos en el tren maderero a vapor, que cuenta con más de 70 años de antigüedad y que ha habilitado varios vagones para el transporte de turistas en una excursión que dura unas 6 horas.
Construido después de la I Guerra Mundial para el transporte de madera por el Valle del Vaser, se dice que podría ser el último tren maderero a vapor que queda en Europa.
El tren nos lleva lentamente entre bosques de pinos y robles, acompañados siempre por el río, echando grandes bocanadas de humo, rompiendo el silencio del bosque con su traqueteo y su silbato.
Saltamos en el tiempo y vimos a leñadores y campesinos trabajando con sus animales. El principio del recorrido está salpicado por granjas que nos hacen creer que nos hemos trasladado a la época de mayor esplendor del tren, viendo carros tirados por caballos, gente vestida al modo tradicional y lugareños con herramientas manuales.
Después nos adentramos en un espeso bosque y nos metimos entre las montañas.
El tren parte de la estación a las 9 de la mañana y regresa alrededor de las 14:30.
Hay mucha afluencia de pasajeros, por lo que conviene llegar pronto para conseguir un billete. Nosotros teníamos reserva, pues nuestra pensiunea había llamado por nosotros para pedir dos pasajes especiales con los que llevábamos un vagón reservado (no el asiento) y además podríamos tomar bebida caliente, aperitivo y comida a la brasa durante el trayecto.
Comenzamos emocionados el viaje, como niños embarcados en una aventura, observando el maravilloso paisaje que nos rodeaba.
En la primera parada pudimos tomar el aperitivo y salir a estirar las piernas. En el vagón, repleto de turistas rumanos, había un agradable ambiente y todos charlaban animados, incluso un matrimonio que hablaba español, compartió con nosotros anécdotas y consejos.
Una chimenea de leña, nos calentaba a todos, pues el vagón todavía estaba frío a esas horas de la mañana, aunque pronto caldeó la estancia.
En ese ambiente de camaradería, llegamos a un claro del bosque, que sería el final del trayecto y la música y la animación hicieron su aparición. El sol nos acompañó y tomamos nuestra comida acompañados de nuestros amigos rumanos, bebiendo y charlando.
Cuando tocaba regresar, volvimos a ocupar nuestros asientos y nos introdujimos de nuevo en el bosque retomando el camino de vuelta. Una parada para estirar las piernas y contemplar la belleza del paisaje y puntuales regresamos a la estación.
El viaje en este precioso tren de vapor, es una bonita y agradable aventura, apta para todos, para nostálgicos ansiosos por revivir el pasado, amantes de la naturaleza, familias... hasta para los perros, a los que también se permite subir a bordo y que disfrutarán de una mañana diferente en los bosques rumanos.
Información y tarifas en la web de CFF Viseu de Sus.
Cementerio alegre de Sapanta
El lugar más singular que hemos visitado en Rumanía fue el curioso Cimitirul Vesel de la Sapanta, conocido como el cementerio alegre.Un paradójico lugar que nació en los años 30 de la mano del artista local Stan Ioan Patras, continuado por sus discípulos, y que no hay que dejar de visitar.
Conservando la actitud menos dramática de los dacios ante la muerte, que no la consideraban un trágico final, los habitantes de este lugar graban en sus lápidas circunstancias importantes de su vida, su personalidad o incluso de su muerte en forma de dibujo y de un satírico poema.
Las coloridas lápidas muestran grabados en bajorrelieve que producen ternura por su simpatía y en ocasiones nos hicieron esbozar una tímida sonrisa, por decoro hacia el lugar donde estábamos, porque algunas eran realmente graciosas e ingeniosas a pesar del suceso dramático que estaban mostrando.
Esta persona murió en un accidente de tráfico |
Se pagan 5 lei por entrar y otros 5 por las fotografías.
Os vamos a enseñar los dos alojamientos que más nos gustaron, aunque hay bastante donde elegir, estos serán acierto seguro.
Viseu de Sus
La cassa - www.la-cassa.ro (Str. Ghe Doja nº 6)
Es una pensiunea moderna, casi de diseño. Con habitaciones muy amplias y confortables. El trato fue extraordinario, hablaban en inglés, que no es algo habitual en las pensiuneas rumanas. También recomendamos su restaurante donde puedes probar comida local y fusión. Las cantidades son contundentes y el desayuno también es opíparo.
Vadu Izei
In Deal La Ancuta - ancutateleptean@yahoo.com (Str. Principala)
Pensiunea tradicional, en madera con habitaciones rústicas decoradas con elementos típicos de la zona. La familia que lo regenta es muy amable aunque solo hablan rumano y francés. La comida que ofrecen es casera y es un buen lugar para degustar los platos de la región.
Si estas regiones del norte nos han gustado mucho, Transilvania y Valaquia, aunque más conocidas para el viajero, también ofrecen muchísimos atractivos y un viaje no estaría completo sin pasar por allí.
Agradecimientos a Visita Rumanía porque sin su responsable, Nicoleta, este viaje no habría sido igual.
Otros alojamientos en Rumanía que os recomendamos y de los que hablamos aquí.
Mapa del recorrido
Dónde dormir
Para visitar tranquilamente esta zona es necesario reservarle mínimo 4 ó 5 días.Os vamos a enseñar los dos alojamientos que más nos gustaron, aunque hay bastante donde elegir, estos serán acierto seguro.
Viseu de Sus
La cassa - www.la-cassa.ro (Str. Ghe Doja nº 6)
Es una pensiunea moderna, casi de diseño. Con habitaciones muy amplias y confortables. El trato fue extraordinario, hablaban en inglés, que no es algo habitual en las pensiuneas rumanas. También recomendamos su restaurante donde puedes probar comida local y fusión. Las cantidades son contundentes y el desayuno también es opíparo.
Vadu Izei
In Deal La Ancuta - ancutateleptean@yahoo.com (Str. Principala)
Pensiunea tradicional, en madera con habitaciones rústicas decoradas con elementos típicos de la zona. La familia que lo regenta es muy amable aunque solo hablan rumano y francés. La comida que ofrecen es casera y es un buen lugar para degustar los platos de la región.
Si estas regiones del norte nos han gustado mucho, Transilvania y Valaquia, aunque más conocidas para el viajero, también ofrecen muchísimos atractivos y un viaje no estaría completo sin pasar por allí.
Agradecimientos a Visita Rumanía porque sin su responsable, Nicoleta, este viaje no habría sido igual.
Otros alojamientos en Rumanía que os recomendamos y de los que hablamos aquí.
Hola, Mónica:
ResponderEliminar¡Me encanta el artículo!. Maramures y Bucovina, precisamente la parte de Rumanía que no visité y que hará que vuelva otra vez al país de los Cárpatos. Y no tenía referencia de ese tren maderero, pero me parece una idea estupenda por si vuelvo...
Un beso,
Ricardo.
Gracias Ricardo,
EliminarEsta parte de Rumanía es la más auténtica del país ofreciendo muchas actividades y visitas interesantes.
Seguro que cuando vuelvas a Rumanía reservarás parte del viaje a esta zona.
Un abrazo,
Curiosas iglesias y que bonito lo del tren antiguo! Me apuntaría sun duda a un paseo en él ;)
ResponderEliminarGracias Vero,
EliminarEl tren lo hicimos de rebote, porque teníamos otros planes que se nos truncaron y, aunque conocíamos de su existencia, habíamos reservado tiempo para otras actividades.
¡En buena hora! fue una experiencia preciosa
Este tren maderero se llama Mocanitza. Hay varios en Rumania que podeis disfrutar.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=ANv9tgG0b5g
https://www.youtube.com/watch?v=iRtdFxNNMM8
https://www.youtube.com/watch?v=e2cuXhW3GKk
#RumaniaEnamora
Gracias Mónica por tus relatos, tus imagenes, por disfrutar vuestro viaje...y que una vez mas queda demostrado: #RumaniaEnamora.
ResponderEliminarUn beso
Desde luego que nos enamoró. Gracias a ti por enseñarnos lugares tan auténticos para disfrutar de Rumanía
EliminarQué bonito y auténtico todo, me encanta. Desde hace tiempo quiero visitar el Cementerio Alegre (me fascinan los cementerios) y ese paseo en tren me ha cautivado, debe ser una pasada y además con buen ambiente, no se puede pedir más; a pesar de que Rumanía no estaba en mis prioridades he visto tanto y tan chulo en estos últimos meses que ha subido hasta los primeros puestos de mi lista. Un saludito :)
ResponderEliminarLa verdad es que es un país por descubrir y me alegro de haber contribuido a que suba en tu lista.
EliminarBesos
Precioso recorrido y muy curioso. Había oído hablar de ese cementerio "alegre" y me encantaría visitarlo, y esos monasterios e iglesias tan bellamente decorados en su exterior, algo de ello sí pude conocer en un viaje a Rumanía del que hace demasiado tiempo como para recordarlo con claridad.
ResponderEliminarUn magnífico reportaje que, sin duda, hará que mucha gente se plantee viajar hasta un país realmente desconocido como destino viajero.
Un abrazo.
Gracias familia. Incluso a nosotros nos gustaría regresar y seguir conociendo más del país. Espero que la viajeros se animen a visitar este país que aun es asequible
EliminarUn abrazo
Me ha encantado esta entrada porque no conocía ninguno de los lugares que visitasteis, ni tan siquiera de haber leído sobre ellos en otros blogs. He estado en Rumanía pero no esta zona y será prioridad si vuelvo a este país. El tren de vapor me ha parecido muy chulo y el cementerio de lápidas coloridas muy curioso, estamos empeñados en que sean muy tétricos, a ver si vamos tomando nota.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Anna,
EliminarDe Rumanía, Transilvania y Valaquia son las zonas más turísticas, el norte es más desconocido, pero ahora que conocemos el país, pensamos que es de visita imprescindible.
Me alegra oir que te ha gustado y que te hemos descubierto y abierto la curiosidad por este lugar.
Un abrazo,