Rávena es la ciudad de los mosaicos, declarados Patrimonio de la UNESCO, la sorpresa que aguarda al viajero en la que fue la última capital del Imperio Romano de Occidente y donde Dante finalizó "La divina Comedia".
Qué ver en Rávena
A una hora de distancia en tren de Bolonia, es una escapada asequible y que permite conocer Rávena en un día junto con sus ocho tesoros del arte paleocristiano. Nosotros visitamos cinco de ellos.
Desde la estación, a unos minutos caminando del centro, nos dirigimos directamente hasta Sant'Apollinare Nuovo, uno de los cinco monumentos que queríamos visitar, para comprar la entrada combinada que nos daría acceso a los mismos. También se pueden comprar las entradas en la Basilica di San Vitale y en la Plaza del Arcivescovile (12,50€). Además de esto, aprovechamos para reservar hora para las visitas del Battisterio Neoniano y el Mausoleo di Galla Placidia.
En Sant'Apollinare Nuovo se pueden comprar las entradas |
Realizadas las gestiones accedimos a la Basilica de Sant Apollinare Nuovo. Se trata de un amplio y luminoso edificio con tres naves. Sus mosaicos se dividen en zonas diferenciadas. Los recuadros que representan las escenas de la vida de Cristo están muy altos y su visibilidad es reducida. Sin embargo, la parte central, que representa a Santos y Profetas y la parte inferior con procesiones de los Santos Mártires a un lado y las Santas Vírgenes, de corte bizantino, son imponentes.
Se dice que es aquí donde se puede contemplar la primera reperesentación de la que se tiene constancia de los Reyes Magos en donde figuran con los nombres actuales, ya que en la Biblia no aparecen estos nombres.
Melchor, Gaspar y Baltasar por primera vez nombrados así |
Al Baptisterio Neoniano se le describe como el mejor conservado superviviente del cristianismo más primitivo. Su diseño octogonal simboliza los siete días de la semana añadiendo el día de la Resurección. Por fuera es de ladrillo, típico de la época paleocristiana. Su cúpula representa a Juan el Bautista bautizando a Jesús, sumergido con el agua hasta la cintura en el río Jordán.
En la cúpula San Juan bautiza a Jesús rodeados por los apóstoles |
Rodean la escena los doce apóstoles y todo ello se eleva sobre una pila bautismal que se utilizaba mediante inmersión total.
Justo al lado, visitamos el Museo Arzobispal y la Capilla de San Andrea. El museo tiene piezas interesantes como un trono tallado en marfil y la pequeña capilla, que tiene forma de cruz griega y sobre su puerta de entrada se representa a Cristo como un guerrero.
Dentro del Palacio Arzobispal se encuentra la Capilla de San Andrea |
La Basílica de San Vitale es un lugar espectacular |
Mosaicos en la parte derecha |
Las teselas cobran vida y merece la pena reparar en los detalles, como el mosaico de la emperatriz Teodora a la derecha del altar.
El mosaico de la emperatriz Teodora está lleno de detalles |
Solo nos quedaba por visitar el Mausoleo Di Galla Placidia en donde destacan el cielo estrellado y los apóstoles realizados con teselas. Sus mosaicos son los más antiguos y mejor conservados de la ciudad.
La decoración del mausoleo posee un gran simbolismo |
La tumba de Dante Alighieri |
Comer en Ravena
En medio de nuestras visitas, aprovechamos para comer en el emblemático Ca de Ven (Via Corrado Ricci, 24), que significa literalmente Casa de Vino. Vinimos con la recomendación de David y Alberto de Mi mundo en una maleta y descubrimos un enorme local donde probamos los tortellini in brodo, unos tagliolini con alcachofas y una tabla de salamis, acompañado todo por un vino blanco ecológico local.
Y así, terminado un día completo descubriendo una ciudad con unos monumentos apasionantes, pusimos rumbo a Bolonia para descansar.
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